domingo, 15 de julio de 2018

15 de Julio

Hoy hace un año estaba al lado de Alba. La boda de mi prima se celebraba en un comedor con unas vistas espectaculares al pueblo. Rodeada de familia y amigos. Disfrutando. Bebiendo y viviendo. Generando recuerdos. Aunque a partir de cierta hora comenzaron a ser borrosos.
Aunque lo que recuerdo perfectamente es que tú no estabas allí.

Hoy hace 18 estaba en otro comedor, esta vez sin vistas. Rodeada de familia y sintiendo que el hecho de mi hermana se casara me hacía algo más mayor. Dicho de manera positiva. Es como si su matromonio me hiciera más madura.... Mi hermana está casada: ya no soy una niña.
Tú llevaste a mi hermana de camino al altar horas antes de que yo me enamorara por primera vez en mi vida. Aquel fue sin duda uno de los días más importantes de mi vida. Lo que empezó ese día duró años, no tantos como el matrimonio de mi hermana, que sigue casada, pero sí lo suficiente como para que me marcara para siempre. Aún hoy mis sentidos se colman si consigo traer las sensaciones nuevas entonces y completamente extrañas a mi memoria.

Hoy, casi todos los años, llegabamos a Calpe para las vacaciones. Aún recuerdo el largo camino y la sensación de alegría al vislumbrar el mar en los claros de la carretera. Las vacaciones solían ser tiempos felices. Días largos, sin más que hacer que ir a la playa. Y en tu caso bucear durante horas y traer pulpos que nos comiamos y animalitos para que yo los viera. Estaba orgullosa de tu capacidad de buceo a pulmón, aunque nunca te lo dije. Me fascinaba que pudieras nadar tan lejos, sin miedo, y pensaba que podías hacer cualquier cosa que te propusieras precisamente por eso. Porque eras un poco Kamikaze. Y esa clase de gente, cómo tú, podían llegar dónde se propusieran.

Hoy, y por primera vez, tú no estás un 15 de Julio. Ahora eres un montón de cenizas que descansan en un camposanto de un pueblo que al igual que tú, acabará muriendo. Se me hace extraña la sensación. Se me hace duro pensar que no volveré a verte. Que no volveré a discutir contigo ni a aborrecerte, preguntándome qué es eso que deberíamos tener en común pero no tenemos. Supongo que es simplemente la sensación de que te voy a echar de menos.

Porque, aunque nos faltara mucho, a veces todo, para congeniar y querernos, jamás me imaginé un 15 de Julio sin tu existencia.

No hay comentarios: