domingo, 14 de diciembre de 2025

San Sebastián

No puedo ver La Sirenita si no en su primer doblaje al español latino. Hace unos cuantos años me encontré con una versión doblada en castellano y casi me da un infarto. Debería estar prohibida. Puta mierda. Me pone de mala hostia solo pensarlo.

En "La Sirenita" buena, la que debería ser la única, hay un momento en el que no recuerdo muy bien a santo de qué, Sebastian con un marcado acento cubano dice "espectacular". Me quiero imaginar, que si alguien llega algún día a esta entrada, (y con alguien me refiero a personas y no automatismos de indexion de paginas web), cuando lea ese "espectacular" lo escuchará en su cabeza exactamente como lo he descrito. Y si no, puede ser un buen momento para revisar el clásico de Disney. Aunque solo sea para que lo próximo tenga algo de sentido.

Llevo días con una opresión insana en el pecho pensando que las lagrimas saltarán de manera violenta en cualquier momento. Días donde la ansiedad le da cuerda a mi tinitus haciendo que lo oiga claro cuando antes lograba acallarlo. Vamos, que llevo una temporadita jugando al edging con un ataque de pánico. En otras circunstancias no habría sabido quizás identificarlo, pero ha sido punto por punto como antes de volar a Barcelona hace ya año y medio.

Una vez identificada a la bestia fue fácil tirar del hilo y ver que mi bendito y pobre cerebro me estaba preparando para la tragedia que ya se masca cercana. Es el precio a pagar por todos los paseos de vigilia, por todas las abstracciones despierta a ese lugar, a esa situación, a ese divagar usando todos los colores de mi fantasía. Una fantasía que al principio se contentaba con evocar el calor de su cuerpo en la cercanía de un abrazo pero que poco a poco fue pidiendo más, creando decenas de momentos perfectos para robarle un beso tímido, y luego más de uno y luego no tan tímidos hasta que una noche pude sentir, lo prometo, sus manos sobre mi cuerpo. Tan desatada, fuerte y profunda era mi pulsión soñadora que durante el día a veces coletazos de irrealidad me azotaban como si me acordase trémula y agitada de cosas que no han pasado como si verdaderamente lo hubieran hecho.

Mi psique esta vomitando ese empacho de colores, devolviéndome al presente y negándome, por mi propio bien como la concienzuda cuidadora que es, poder volver a soñar. Me prepara para encarar el futuro cercano, sufriendo de antemano, tratando de equilibrar la balanza ante lo que se viene: Una hostia... espectacular.

 

 


No hay comentarios: