sábado, 29 de diciembre de 2007

Veraz

No llores. No es necesario.

Ya sabías de antemano que esto iba a suceder. Poco antes de que empezaras la idea surcó fugazmente tu cabeza. Te molestaste en borrarla, en que no quedase ni una sola huella del miedo que sentiste.

Pero no podías evitarlo. Pasaría, en contra de tu voluntad.

Nunca destacaste, nunca brillaste, nunca fuiste diferente a cualquier otro ser. Nunca te saliste de la media. Lo que te convierte en mediocre.

No eres diferente a ellos. No eres diferente a nadie. Y eso que te has dejado la piel en intentarlo.

Y ahora mírate. Llena de rasguños y de heridas, con los ojos hinchados de llorar y el poco amor propio que te quedaba convertido en un reducto de patética autocompasión.

Ni se te ocurra pensar que algún día harás cosas grandes. Ni por un momento pienses que alcanzaras alguna de tus metas.

Lo siento, alguien debió arrancarte las alas mucho antes.

1 comentario:

Guille dijo...

dios ana... :((

ni la persona mas inmunda se merece palabras tan afiladas como estas....