jueves, 10 de enero de 2008

The beginning

Dios sabe que si por mi fuera me arrancaría los oídos.
Dios sabe que si por mi fuera hace ya tiempo hubiera apuñalado mi propia sien.
Dios sabe que mis ojos a veces no están cuerdos.

Pero le da igual. Le da igual que me golpeé, que me haga cortes sobre mi piel, que mi cabeza choque repetidas veces contra una esquina.

No le importa en absoluto que calle mi llanto hundiendo la cara sobre la almohada. No le importan mis gestos de desesperación, ni los gritos que tan inconscientes como incoherentes se escapan de mi boca cuando huyo de mi ser, cuando estoy en el ojo del huracán, deseando morir para poder descansar.

Dios es impasible a mi búsqueda del dolor como calmante, como resquicio de paz, como oasis, pequeño, pequeño, que me muestra mi locura.

Dios ignora todo esto. Está demasiado ocupado hablándome como para escucharme.

1 comentario:

Guille dijo...

mas mas mas :D:D:D:D

necesito una fuente de evasion a la que retirarme ante el agobio de los examenesssssssssssss!!!!


y tu blog es perfecto para ello :$

1beso!!!!!!