martes, 4 de marzo de 2008

Autodestrucción

"¿Por qué lo hiciste?"

Supongo que porque una parte de mi quería morir un poco.

"¿Por qué?"

Shhhh, cierra los ojos y escucha.

Cerré los ojos, como me ordenaban. La cálida habitación se tornó negra al caer mis parpados y empecé a oír:

Fracaso, lo has conseguido. Sólo 1500 euros. Hay que curarte eso. Lo que quieras, pídelo. Es lo que pasa cuando estudias una técnica. Si eres niña no puedes. Tráelos tú que pesan mucho. Si me meto en juicios tengo las de perder. No te preocupes, con calma, todo llega. Me ha suspendido. No voy a ver maricas a Fuencarral. No vales para nada. No me gusta esa ropa. Podéis recoger las hojas en reprografía. Estás llena de soberbia. Es año 9. Eres una inútil. Alimentar sus egos con tu amor propio. Debería pensar en ganar dinero. También suspenden al otro lado del Danubio. Nadie la querrá. ¿No le gusta dormir pocas horas? El debate ha estado igualado. Nos vemos muy poco. No te rindas. No me entiendes, es más difícil de lo que parece. Tonta la p.... No debería habértelo dicho. Eres una caprichosa que espera que todo vuelva a ser como antes. Lo mejor son las frases, lo demás no vale para nada. No puede cambiarse de grupo. No se rían en mi clase. Buscaremos un buen médico, de pago.

Cuando los volví a abrir estaba llorando. En aquel momento entendía de sobra los motivos que la empujaban a querer morir. Lo único que no entendí es que era lo que alimentaba su deseo de estar viva.

2 comentarios:

César dijo...

Podría decirte algo que sonara a reconfortante, pero paso de añadir más frases a ese brainstorming de voces en off en tu cabeza.
Así que sólo te mando un beso enorme...

Guille dijo...

como dice cesar... querria decir algo que reconforte, pero... lo veo improbable...

ay q sensacion mas chunga mas dejao en el cuerpo, ana :( xD

un beso....